jueves, 21 de marzo de 2013

Auf Wiedersehen. Minificción



El golpe empezó a punzar haciendo antesala a un enorme chichón en la cabeza. Fue tan fuerte el encuentro con aquella repisa sostenida en la pared que enseguida le sobrevino el sueño, pesado y abrumador, sobre la almohada.

Su cara estaba cerrada, pero un ruido extraño tocó a la puerta. Extraño y efervescente, parecía venir del cráter de un volcán, con todo y ardientes burbujas de lava caliente saliendo por el hemisferio cerebral derecho a toda ve-lo-ci-dad.

Abrió los ojos y de un brinco se puso como un perro persiguiendo su cola, intentaba llegar a la fuente del sonido, pero sólo giró varias veces en círculos idiotas hasta que logró azotar contra el piso.

Con todo y el sentón el ruido seguía ahí, entonces se llevó las manos a la cabeza y encontró un agujero rojo y pegajoso, caliente como el mismo centro de la tierra, del que emanaban chispas, lucecitas doradas como en explosión eléctrica.

Sonaron unas alegres trompetas desde el fondo del agujero y salieron rebotando dos diminutos caballos blancos amarrados a una carreta, seguidos de una corte de enanos muy bien vestidos con botitas de colores y cuellos almidonados. Se le resbalaron por el hombro y llegaron hasta el suelo, de la carretita salió una enana gorda, vestida de color esmeralda y con zapatillas doradas; miró a los ojos a la chica y le sacó la lengua. Luego la comitiva dio vuelta en la puerta del cuarto y desapareció.

martes, 13 de marzo de 2012

Lo que te escribí mientras te odiaba

Siempre supiste que yo no era lo que debía.
Siempre fui lo que esperabas, o tal vez no.                                            
Siempre te pedí que no te fueras...             
Siempre te pienso, al despertar, te miro en la sopa, en el silencio de la tarde y en el fondo de mi almohada antes de soñar.
Siempre al correr, corro como si fuera a tu casa, como si me esperaras…
Siempre te espero.
Siempre te canto.
Siempre evito vivir sin ti.

Alitas
Un día te me fuiste muy lejos y no te pude alcanzar.
 Entonces me conseguí una bicicleta para volar hasta tu puerta.
Pedaleando no llegué a ningún lado, porque descubrí que mis alas estaban rotas.
Las llevé a arreglar, pero nadie pudo zurcir esas heridas.
Y en la tormenta me quedé, esperando tu regreso.
Pero si tú no vienes y me coses las alas, me obligarás a quedarme aquí, oxidándome bajo la lluvia.

El otro día corrí bajo la lluvia por ti.
Corrí bajo la lluvia y cerré los ojos para imaginarme que iba hasta tu casa.
Atravesé las calles, saltando sobre los charcos que me regalaban su humedad sobre la cara.
Llegué a pensar que era un diluvio, pero yo sólo quería estar contigo; ¡Qué me importaba ya el fin del mundo, si lo iba a vivir agarrada de tu mano!
Corrí como nunca en mi vida. Ni los perros que me miraban desde los techos, ni la infame señora que se burló desde su ventana por mis greñas escurridas, nada me importaba, sólo quería llegar a ti.
Al final desperté en mi cama, con un catarro que sólo me sirvió para chillar en silencio por tu amor.

Qué difícil es correr sin ti.
Para no sentir un hueco en la cama al dormir
Para tener quien me haga sudar las manos
Para tener a quien besar en la mañana al despertar y en la noche antes de soñar
Para llenar el vacío de los abrazos imaginados en tu ausencia
Para embarrar mis lágrimas en tus hombros
Para recorrer tu corazón todas las noches y asegurarme que el amor no se ha ido todavía
Para tener quien me provoque las mentadas mariposas, ¡las malditas mariposas!
Para eso te quiero. Ya regresa, porque es muy difícil correr sin ti.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Ojitos de perro chillón

Ojitos de perro chillón
Mi cabecita tiene un resorte
Un resorte atrofiado, oxidado de extrañarte tanto
Y los resortes de esta cama no brincan
No brincan porque tú no estás
Estás, no estás, estás allá, pero yo no estoy ahí
Y así se acabaron los viajes psicodélicos en lo estupefaciente de tu aliento
No hay más idas a lo blanco
Lo blanco de tu pelaje erizo
Estoy eriza
Eriza de tus abrazos peludos, esos que me das de día y de noche
De noche, viniste a abrazarme, parada en dos patas, con tus ojitos de perro chillón
Y chillo porque te extraño
Te extraño en esta cama extraña
Te extraño adentro de tu casita
Y afuera de tu casita también
También te extraño
Tu sonrisa inevitable de dientes chuecos
Chuecos tus platos vacíos, llenos
Vacío de nuevo
Tengo un vacío en la panza por los saltos, y los viajes, los abrazos, los resortes, los ojos y ese aliento canino que yo…
Yo mi me conmigo…  y mi perra


jueves, 25 de agosto de 2011

No es "gayses", es amor o De mi pesadilla feliz

 Después de algunos días de andar vagando por Argentina, por fin me surgió inspiración para escribir algunas cosillas, resultado de horas de discusión filosófica interior, o tal vez sólo resultado de todas las clases en las que no puse atención.
En fin, parece ser que en los ultimos días el recuerdo de los amores pasados se me ha tornado más vivo y a la vez más lejano, como una pesadilla feliz que me invade por las noches. Es la cosa de estar tan lejos, uno se pone loco y le da por extrañar, gana el romanticismo, la distancia y el tiempo, mandar cartas y confesar los amores más inconfesables del mundo, "El espejo no miente, me veo tan diferente, me haces falta tú".
Entre el fenómeno de la nostalgia y los largos viajes en autobus tuve tiempo de pensar en esas cosas que sólo se pregunta el que no tiene nada por hacer y está solo; ¿Uno se enamora de un sexo o de una personalidad?, ¿cómo es que alguien puede definirse como gay o heterosexual?, ¿se separan los amores que corresponden a la identificación sexual de los que no corresponden?, y si es así entonces ¿uno sólo puede sentir amor por un pene o por una vagina?, sí, claro: "Eres el pito de mi vida", "No puedo vivir sin tu pucha".
Claro que hay química en el amor, pero no es tan exacta como para definir de quién podemos o no podemos enamorarnos, lo que me recuerda que el otro día mirando el canal de NatGeo salió una mujer que aseguraba estar literalmente enamorada del muro de Berlín , y según ella el amor que sentía era tan verídico que le provocaba ganas de pasar una noche a solas con la emblemática pieza, cosa equiparable a lo que produce la química entre las personas. La cuestión es, si tuvieramos que definir la preferencia de esta mujer, cómo la llamaríamos, tal vez ¿"objetosexual"?, ¿"murofila"?, ¿pervertidora de monumentos?
La primitiva necesidad que tiene el hombre de llamar a las cosas de tal o cual manera lo ha llevado a hacer clasificaciones de todas las cosas existentes, de ahi que una y otra vez necesitemos dejar clara nuestra preferencia sexual, encasillandonos en si somos, no somos, o qué fingimos ser, dirían por ahí: "concha, caracol o piedra".
Se dice que en el amor no se manda y uno no puede decidir de quién se enamora o no. Y es que a quién le importa la moral o el respeto a las costumbres cuando la gran magia de este sentimiento es que nunca sabes en quién o en qué se posarán tus ojos, y no hay explicación para las vueltas de la vida y el corazón.
Yo no sé muchas cosas de la vida, pero creo que tengo claro algo, ser gay y sentir amor son cosas distintas; la homosexualidad viene a ser una identificación, un sentir intrapersonal, llamese me siento "mujer" o me siento "hombre", mientras el amor es un sentimiento de entrega, entregas tu alma, entregas tu vida y tu verdad, igual que la enamorada del muro de Berlín, Helga y Arnold, John y Yoko, Mickey y Mallory, tú y yo o el amor de nuestra vida a-m-o-r d-e n-u-e-s-t-r-a v-i-d-a.
En conclusión puedes estar enamorado de alguien o alguien, del sexo que sea, y no ser gay, o estarlo y serlo, o serlo y no estarlo. Al final qué más da, si concha, caracol o piedra todo lo que necesitas es amor, ¿o no?


domingo, 26 de junio de 2011

A los 15 Nadie se Muere. Algo sobre "Curva Peligrosa".

15 años. Yo tenía 15 años cuando empecé a fumar como una maldita pipa, tomaba aguas locas y tenía discusiones intelectuales al calor de cafés con charanda. 
La curva de los 15 años, la adolescencia, los años secundarios que definen el resto de nuestras vidas. Es en esa curva donde puedes librarla y seguir hacia adelante o perder el control, salir disparado y hacerte mierda; no hay cinturón de seguridad ni bolsa de aire, sólo hay destino.
A los 15 todo parece lejano, y pasa tan rápido; lo quieres, lo tienes, lo pierdes, lo olvidas y el camino sigue, o al menos eso pretendemos a los 15 años.
15 años, la escuela, los amigos, las reglas absurdas, los padres, el alcohol, las drogas, el primer amor. El mundo espera, pero no importa, de todas formas me lo voy a comer. 
A esta edad eres muy grande ya para unas cosas, pero para otras todavía estás mocoso, o eso dicen los adultos que se sienten muy “chichos” por tener ríos de arrugas y amargura acumulada. 
La secundaria, le época en que perdimos la inocencia. Las clases, los maestros, las mentiras, el salón de clases, el amor, el descubrimiento del sexo a placer. "Curva Peligrosa" es una obra sobre la vida y el mundo a los 15 años, las cosas, los problemas, la rapidez con que giramos y lo fácil que se nos va la vida entre sueños. 
Carlos, Adrián y Corina, los tres tienen 15 años y viven intensamente sin darse cuenta. Sobreviven juntos a las curvas de la vida, a pesar de que la sociedad les ha lanzado una tras otra bolas rápidas que han debido esquivar para no morir en el camino. Morir, nadie se muere a los 15, porque a esa edad la vida pasa tan rápido que no hay tiempo de pensar en el horizonte que espera al final del camino, mientras la carretera sea recta hay que seguir adelante.
Es una obra reflexiva, nostálgica, cada quien ve reflejada en ella su propia adolescencia. No trata de sorprender, mucho menos de aterrorizar o dar lecciones de moral y vida familiar, la verdad el objetivo de esta obra es arrancar sonrisas de recuerdo en el público. Recuerdo de los años pasados, los sueños que no se cumplieron, los amores despedazados, miedos y problemas que hoy ya no importan, quedaron atrás. Recuerdo de cuando querías crecer, aunque hoy ya estás cansado de ser grande. 
El pasado suele ser una absurda añoranza del hombre, como un pretexto para darse de topes contra la pared. 
Al final Carlos, Adrián y Corina se mueren en la curva peligrosa. Ni la escuela, ni sus padres, ni sus amigos, nada ni nadie puede salvarlos de hacerse mierda en el horizonte de la vida, porque es el destino que los espera.
Curva Peligrosa es, como su nombre lo dice, una obra peligrosa, porque puede que nos ponga a flotar en la nostalgia y luego nos deje caer de golpe en el pavimento.

martes, 10 de mayo de 2011

Cosas de la naturaleza

"-Señor remolinero, estoy muy triste, deme un remolino por favor
-Dígame, ¿de qué tipo lo quiere?, tengo remolinos para todos sus sentimientos, tengo remolinos de "chingada" para el tiempo de los odios y desamores, remolinos de amor que se colocan en el corazón, remolinos de agua para llorar bajo la almohada. También tengo un remolino de parque, chiquito y lleno de tierra para recordar las infancias perdidas, está de oferta, páguelo con sus recuerdos en abonos retechiquitos, ¡no cuesta nada!.
-No lo sé, el remolino que quiero es para un agujero que tengo aquí, en la panza, que por más que le echo y le echo no se llena, le he aventado hasta mis frustraciones, que ya de por sí son un chingo, y hasta traté de aventarme de cabeza, pero nada, sigue profundo y me duele mucho.
-Veamos, le haré un diagnóstico gratuito. ¿Cómo está la humedad de su cara?
-Mi cara es como el mar, tiene olas que van y vienen, pero nunca desaparecen
-¿Y qué tal van los latidos del corázon?
-Pues casi no los oigo, han perdido su ritmo
-¿y las mariposas?
-las mariposas están muertas.
-Ya veo. Creo que lo que usted tiene es olvido y para eso no hay cura. TE VAS A MORIR DE OLVIDO, TE VAS A MORIR DE AMOR."

He comprado un remolino
grande, fuerte
estático, para estar en él, y ser él, y quedarme en él
giratorio, para darle a la vida todas las vueltas que le faltan
sonoro para callar al silencio más sordo
ocaso para que se quede siempre al terminar, en la punta de mi lengua, en el final de la historia, donde termina la nada
espiral para que dé vuelta, siempre hacia el mismo lado, en la misma esquina, con los mismos encuentros y de regreso
He comprado un remolino y ahora no gira más.